miércoles, 13 de junio de 2018

toponimia vasca de orta


La fisiografía en el estudio de topónimos prerromanos. El caso de las laderas inestables en Andorra (Pirineos Orientales) y zonas próximas (Physiography in the study of pre-Roman place names. The case of unstable slopes in Andorra (East Pyrenees) and nearby areas) Planas Batlle, Xavier Ministeri d’Economia i Territori, Govern d’Andorra. C/ Camí de la Grau s/n. AD500 Andorra la Vella. xplanas@andorra.ad Gascón Chopo, Carles Patrimoni Cultural, Consell Comarcal de l’Alt Urgell. C/ Passeig Joan Brudieu, 15. 25700 La Seu d’Urgell. cgascon@ccau.cat Rull Muruzàbal, Xavier Universitat Rovira i Virgili. Departament de Filologia Catalana. Av. Catalunya, 35. 43002 Tarragona. xavier.rull@urv.cat Re

2.3.2. Grupo Ur(t/d)/Or(t/d)/Irt con relación a lugares elevados o escarpes rocosos Morfológicamente y fisiográficamente, es igualmente interesante remarcar que también hemos observado otros topónimos, como Mola de Lord, Llort, Sant Julià del Llor, Llordà, Horta de Sant Joan (Figura 25), Llurri, Roca d’Ortiga, Roc de l’Ortigar, Ordins, Mola d’Irto, Serra d’Irta, etc, bastante similares a los grupos precedentes, ya que igualmente incluyen raíces del estilo ord/ort/(urt)/irt, que parecen tener algún tipo de relación con lugares elevados o con presencia de importantes masas rocosas más o menos verticaliFigura 24. Coluviones del lóbulo deslizado del Urdial en el gran movimiento de Espaén, Alt Urgell. Figura 25. El pueblo de Horta de Sant Joan y la monzadas. En este sentido, cabe también destacar que algunos autores como Dauzat y Rostaing (1963) ya señalaron la existencia de una posible raíz vasca urd con un significado de ‘llanura, altiplano, meseta’, e incluso Fouché (1943) indicó que esa raíz podría tener una posible relación con palabras de lenguas altaicas (ürd, ürt, üst) en el sentido de ‘altura, elevación’. Dauzat y Rostaing (1963) tampoco descartan una relación con urde (‘cerdo’, ‘de cerdos’) que igualmente no sería descabellada ya que un lugar con muchos cerdos (pocilga) puede llegar a dar una imagen parecida a una ladera inestable, ya que las escarbadas de los cerdos (jabalíes) dan al terreno un aspecto de tierra removida.

http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/literatura/28/28131157.pdf

martes, 24 de abril de 2018

santa maria de orta

https://www.facebook.com/AmigosMuseoNumantino/photos/a.536532066412124.1073741831.514139538651377/1107081752690483/?type=3&theater

DIARIO DE LA HISTORIA SORIANA ~ 24 de abril

24/04/1201: El 24 de abril de 1201, a casi cincuenta años de su muerte, don Rodrigo Jiménez de Rada firmó su testamento en el que hacía promesa firme y por escrito de ser sepultado en el monasterio de Santa María de Huerta (Soria).

Rodrigo Jiménez de Rada fue una de las figuras más importantes de la sociedad política y cultural de la Hispania de los siglos XII y XIII. Nacido en Navarra en 1170, hijo de Jimeno Pérez de Rada, consejero de Sancho VII de Navarra, y de Eva de Hinojosa, descendiente de los Muñoz de Finojosa, de Hinojosa del Campo y de Boñices (ambas localidades sorianas). Asimismo fue sobrino de San Martín de Finojosa, abad del monasterio de Santa María de Huerta.

En la época en la que redactó su testamento se encontraba estudiando Filosofía y Derecho en la universidad de Bolonia y Teología en la de París. Dicen que hablaba euskera y castellano como lenguas maternas y que dominó también el latín, italiano, francés, alemán, inglés, árabe y, posiblemente, griego y hebreo.

Fue una figura típica de su clase en la época que le tocó vivir pues al tiempo fue militar, arzobispo, historiador, estadista y diplomático, consejero del rey de Navarra y de Sancho VII y de los castellanos Alfonso VIII y Fernando III, de quien fue canciller. Organizó la cruzada cristiana contra los almohades de Al-Ándalus dirigiendo personalmente varias campañas de la guerra de Reconquista, entre ellas la de Las Navas de Tolosa; ganó, por donación o conquista militar, numerosos señoríos en todo el territorio castellano, el principal de ellos el adelantamiento de Cazorla; sobresalió en los concilios de Letrán y Lyon. Erudito y políglota, fue también autor de una crónica titulada “De rebus Hispaniae” también conocida como “Historia gótica o Crónica del toledano”, en la que se describe la historia de España desde sus orígenes hasta 1243.

Tras una larga y fecunda vida murió en 1247 a bordo de un barco en el que navegaba por el Ródano de regreso del primer Concilio Lugdunense. Su cuerpo fue embalsamado y trasladado al monasterio de Santa María de Huerta para ser enterrado, y no decimos para descansar en paz pues su sepulcro fue abierto en numerosas ocasiones desde el siglo XVI hasta la última, que se sepa, en 1968.

Foto: Momia de don Rodrigo Jiménez de Rada en una fotografía de Aurelio Rioja de Pablo en la apertura de 1907; publicada al año siguiente por la Real Academia de la Historia en su boletín.